A los niños olvidados por la sociedad, a esos niños que sufren, que no tienen voz, que trabajan hasta quedarse extenuados. A esos niños y niñas los dedico con cariño y amor.
A LOS NIÑOS QUE SUFRE Y MUEREN
¡Niños de la muerte nacidos,
golpeados por la vida,
atormentados por la humanidad!
Evocamos
Evocamos
en nombre de Dios
la libertad
y olvidamos
a esos niños de la muerte,
la libertad
y olvidamos
a esos niños de la muerte,
y sus ojos lloran.
Lágrimas que acarician
Lágrimas que acarician
las mejillas
de su pálido rostro.
¡Niños! Os escribo
¡Niños! Os escribo
este sentido pensamiento:
la vida, vuestra vida
tiene más valor que lo que pienso;
y siento dolor
por esta humanidad
en la que os aguarda la muerte,
vuestra muerte.
¡Niños! Son vuestras vidas;
pero a los ojos del hombre,
sois niños de la muerte.
¡Simplemente niños de la muerte!
¿Y por qué estas pequeñas
¿Y por qué estas pequeñas
y atormentadas almas,
profundamente heridas,
se sienten abatidas
y sus mejillas están
bañadas por el dolor?
Los niños se callan
Los niños se callan
con sus labios profundos.
La humanidad
se queda indiferente
se queda indiferente
ante estos niños
olvidando simplemente
su nombre.
!Oh Niños!
Niños de la muerte.
©Julian Mestre
Imagen: Grabado victoriano (Inglaterra 1871)
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1 comentario:
Es cierto que la sociedad a veces se queda, nos quedamos indiferentes...
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